Proyecto Triball S.L. se presenta como una asociación de comerciantes abanderas por Rehabilitar Gestion (de la que cuelga el 100% del capital de Ac Triball), vinculados a esta empresa hay un conglomerado de múltiples sociedades vinculadas al sector inmobiliario (Desengaño S.L., San Mateo S.L., Barco S.L., La Palma S.L., Ballesta S.L., Casa Loft S.L., las Cortes S.L., Salamanca S.L., Espacio Zen Inversiones Inmobiliarias S.L., Rumbo Proyectos Inmobiliarios S.L. etc.) y de Rehabitar Gestión S.A., una promotora inmobiliaria especializada en la compra y rehabilitación de edificios antiguos para el mercado residencial en la zona centro de Madrid.
Desde su creación, la empresa ha desarrollado proyectos exclusivos de viviendas de lujo, siendo su misión principal ampliar la cartera de inversiones y promociones de pequeño y mediano tamaño.
Triball lidera un proyecto empresarial de corte aparentemente comercial, enarbolando un discurso de revitalización/ rehabilitación urbana. Sin embargo, Triball esconde un conglomerado de empresas de amplio espectro del sector inmobiliario cuyo objetivo es la sustitución de la población existente con el fin último de provocar un cambio de rango social y poder obtener ventajosas plusvalías de la operación. La inmobiliaria prevé una revalorización en la venta de pisos de entre un 20% y un 30% del precio del metro cuadrado, lo que supone que lo que ahora vale 3600 €, de aquí a cinco años, se situaría alrededor de 4800 € el metro cuadrado.
El primer paso adoptado por Triball para instalarse en la el barrio Universidad fue la compra de locales comerciales y la creación de una marca comercial propia y diferenciada de la zona limítrofe. Durante este año, TriBall ha ampliado la compra de locales, ha mantenido el espacio comercial “okupación creativa” y ha desarrollado una campaña de marketing y publicidad sin precedentes para legitimar, por un lado, esta operación, y, por otro, para construir la imagen de proveedores de seguridad, limpieza y convivencia que quieren proyectar más allá de las fronteras del barrio y de la ciudad.
Simultáneamente han capitalizado los recursos del barrio a través de las mesas de negociación del Área de Rehabilitación Pez-Luna dirigiendo el apoyo institucional a su operación comercial y atribuyéndose los recursos que estaban destinados a las mejoras del barrio. La remodelación del mobiliario urbano, la regularización del tráfico en las calles aledañas al triángulo, la instalación de cámaras de vídeo-vigilancia junto a una mayor presencia policial hacen público el apoyo institucional, que financia la operación de limpieza y prioriza la zona Triball dentro del Plan de Rehabilitación.
Alentados por el éxito obtenido, el pasado 7 de febrero, diez entidades crearon la Federación de Comerciantes y Vecinos del Centro de Madrid. En ella está presente la asociación de empresarios de la Gran Vía, la de Montera, Cibeles, Tirso de Molina-Lavapiés, Triball, Foro Cívico y Plataforma Corredera Baja de San Pablo. Su primer objetivo será la creación de un enorme centro comercial elitista de puertas abiertas que secunde la estrategia de Triball, se extienda hasta Mostenses-San Bernardo y consolide el proceso de gentrificación de Malasaña como barrio residencial de clase alta. La capitalización de la zona, con el consecuente incremento del precio de la vivienda, les convertirá en los principales promotores inmobiliarios a través de sus diferentes sociedades.
Los vecinos del barrio son otro factor clave en el proceso. La conceptualización de la zona como área degradada ha generado una relación de conflicto entre vecinos y asociaciones con la Administración, fragmentando el interés común y las redes sociales. Tras la remodelación de la Plaza de María Soledad Torres Acosta (conocida como plaza Luna), la iniciativa privada de Triball se apropió del discurso y mecanismos de la Administración, participando en las mesas de trabajo de servicios sociales y desarrollando supuestas actividades socioculturales para el barrio. Asociaciones de vecinos y comerciantes como el Foro Cívico y la Corredera Baja de San Pablo son la otra parte del poder simbólico de la empresa.
Actividades y medidas puestas en marcha por la administración que apoyan el desarrollo del proyecto de Triball
(Fuente: elaboración propia)
Alentados por el éxito obtenido, el pasado 7 de febrero, diez entidades crearon la Federación de Comerciantes y Vecinos del Centro de Madrid. En ella está presente la asociación de empresarios de la Gran Vía, la de Montera, Cibeles, Tirso de Molina-Lavapiés, Triball, Foro Cívico y Plataforma Corredera Baja de San Pablo. Su primer objetivo será la creación de un enorme centro comercial elitista de puertas abiertas que secunde la estrategia de Triball, se extienda hasta Mostenses-San Bernardo y consolide el proceso de gentrificación de Malasaña como barrio residencial de clase alta. La capitalización de la zona, con el consecuente incremento del precio de la vivienda, les convertirá en los principales promotores inmobiliarios a través de sus diferentes sociedades.
Los vecinos del barrio son otro factor clave en el proceso. La conceptualización de la zona como área degradada ha generado una relación de conflicto entre vecinos y asociaciones con la Administración, fragmentando el interés común y las redes sociales. Tras la remodelación de la Plaza de María Soledad Torres Acosta (conocida como plaza Luna), la iniciativa privada de Triball se apropió del discurso y mecanismos de la Administración, participando en las mesas de trabajo de servicios sociales y desarrollando supuestas actividades socioculturales para el barrio. Asociaciones de vecinos y comerciantes como el Foro Cívico y la Corredera Baja de San Pablo son la otra parte del poder simbólico de la empresa.
Mapeado de asociaciones de vecinos y comerciantes del barrio universidad y su vinculación con TriBall
( Fuente: elaboración propia)
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